Mis más sinceras y humildes disculpas:

He escrito un montón de libros y a estas alturas puedo asegurar que Perrock Holmes 11: El ataque de los piojos ha sido el más duro de todos ellos. Es cierto que me reí solo mientras escribía y que el misterio me resultaba apasionante, pero también lo es que no pude parar de rascarme la cabeza. No tenía piojos en el pelo, pero como si los tuviera. Me rascaba detrás de las orejas, en la coronilla y en la frente. A todas horas. Un picor insufrible. Me temo que os espera lo mismo, queridos lectores. Y por eso debo disculparme de antemano. Sé que vibraréis con el misterio y que os echaréis unas risas durante la lectura, pero también sé que os vais a pasar toda la novela rascándoos la cabeza. Mis más sinceras y humildes disculpas.